Semillas... genética a través del tiempo.


Energía germinativa bien cuidada.

Las semillas son cuerpos que forman parte del fruto y dan origen a nuevas plantas, y es allí donde las especies vegetales acumulan su información genética para prosperar de generación en generación. En agricultura, los hombres han seleccionado amplias características de las distintas especies y variedades para comercializar sus frutos (tomate), hojas (espinaca, lechuga), raíces (zanahoria), yemas (repollo de bruselas) e inflorescencia (brócoli, coliflor), entre otras. El modo en que se acopia y comercializa esa selección es por medio de las semillas. Las mismas tienen una determinada vida útil, por ejemplo: semillas de lechuga y perejil son típicamente viables durante sólo un año, o bien, las de zapallo y melón pueden germinar aún después de tres o cuatro años. Muchas de ellas alcanzan un exitoso grado de germinación aún en años posteriores, dependiendo esto del modo en que hayan sido almacenadas y preparadas para la guarda.

 

Por lo tanto a medida que pasa el tiempo desde que se procesa y envasa, estas semillas van perdiendo viabilidad y energía germinativa, generando una pérdida económica significativa a los productores que las adquieren para su explotación hortícola. La Ley Nacional de Semillas N°20.247 ampara un porcentaje de germinación mínima, así como la pureza de las semillas para ser comercializadas. Es por ello que las semilleras constantemente realizan ensayos para avalar sus productos.

 

Semilleras de todo el país confían a Tecnosiembra® sus materiales genéticos con el fin de evaluar su energía germinativa (el porcentaje de semillas que germinan en un determinado periodo de tiempo), como también el porcentaje de germinación (cantidad de semillas que germinan después de sembradas), permitiendo así determinar el poder de comercialización de las mismas.


Fuente:http://www.tecnosiembra.com/index
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