Continuando con la presentación anterior sobre las “Composición, calidades y consideraciones” del sustrato, ampliaremos la información para acompañar al productor en la toma de decisiones.
El sustrato constituye una de las variables de mayor coste en la producción de plantas de hortalizas, por lo que es un aspecto relevante para cada vivero. El costo de los mismos es variable y dependerá de los componentes empleados para su formulación y, en este sentido, generalmente la calidad de un sustrato es proporcional a su costo, es decir que para tener mejores sustratos su costo será mayor. Por este motivo, los viveros tienen un modo de reducirlos -mejorando así el precio de venta- llevando adelante mezclas con diferentes materiales más económicos, lo cual puede contribuir en la mejora de las propiedades físicas, químicas y biológicas de un material determinado. En otros casos esta “economía” puede resultar en sustratos que no tienen buenas propiedades físicas y/o químicas, o sanitarias (plagas, enfermedades y malezas) empeorando radicalmente la calidad biológica de plantas, utilizando desechos de alguna industria del compostado o vermicompostado. Con estos elementos, los resultados en la calidad de plantas pueden variar de acuerdo al grado de descomposición y cuidado durante el proceso, como también, en virtud de los materiales utilizados en su elaboración. A título de ejemplo, en la región de Cuyo (Argentina) existe un insumo muy difundido, que es el compost de orujo de uva.
De acuerdo a lo expuesto, todo sustrato tiene ventajas y desventajas, por lo que en nuestra próxima y última entrega de este segmento de “sustratos”, expondremos una lista de los más comúnmente empleados en diferentes mezclas, importantes al momento de la elección de su planta.