Entusiasmados en compartir conocimientos, continuaremos con una entrega vinculada a las enfermedades en producción de plantines hortícolas.
“Producir más y mejor”… es uno de los grandes desafíos a los que nos enfrenta una nueva agricultura. Para ello, las semillas que se utilizan son en su mayoría híbridas, permitiendo alcanzar altos estándares productivos con un cultivo uniforme. La siembra y establecimiento de estos materiales en vivero son un paso necesario para la obtención de lotes de plantines homogéneos y aptos para su crecimiento. Asimismo se garantiza y favorece el desarrollo a campo, posibilitando un incremento de producción y rentabilidad -aún cuando el costo de este tipo de semillas es elevado-, mejorando sensiblemente la calidad final.
Tanto en en almácigos como plantines, pueden aparecer en vivero enfermedades que afectan a la semilla antes de germinar, durante el proceso y después de emerger, hasta que se presenta la primera o segunda hoja verdadera. Ocasionalmente, la contaminación llega por patógenos transportados por semillas y/o sustratos, causantes de dichas enfermedades en los viveros. Su impacto negativo no sólo radica en la pérdida económica del cultivo recién iniciado, sino también, en la demora que esto implica en la producción, sumando los costes de una re-siembra o re-implantación.
Referencia foto | Derecha: ataque inicial de complejo de hongos de suelo (o "mal de los almacigos"), se puede observar la pérdida parcial de la masa radicular y el consecuente inicio de muerte o marchitamiento. Izquierda: muerte final de la plántula por ataque de "damping off" o "mal de los almacigos" por pérdida de raíces.
En la próxima entrega de nuestras Noticias, describiremos las Enfermedades fúngicas, exponiendo algunos de los síntomas y cómo detectarlas, de modo de acompañarlos en la detección de dichas enfermedades.