Las plantas son seres vivos que necesitan de los nutrientes para su crecimiento y desarrollo, por ello absorben agua, CO2, O2 y una serie de elementos minerales del medio que las rodea. Así, los vegetales sintetizan y elaboran las estructuras y compuestos que le permiten desarrollar los procesos vitales a lo largo de su ontogenia (formación y desarrollo individual del organismo).
Es por ello que la nutrición mineral constituye un capítulo importante en todos los ecosistemas. En ecosistemas productivos, los cultivos extraen anualmente gran cantidad de elementos del suelo que son exportados en forma de cosecha. Las sustancias y elementos provistos por el aire y el suelo se acumulan dentro de cada planta en cantidades completamente diferentes de las que tenían en su origen. Esto sólo es posible gracias a la existencia de barreras, membranas plasmáticas, que controlan el pasaje en forma selectiva y diferencial de los nutrientes.
Definición: Fisiológicamente la nutrición mineral comprende los procesos a través de los cuales los iones son removidos del medio, incorporados a la planta y distribuidos donde son funcionales para mantener el metabolismo. Al tratarse de un proceso vital está interrelacionado con todos los demás procesos que se desarrollan en la planta.
El incremento y la calidad de la producción agrícola dependen en gran parte de la nutrición vegetal de las plantas. De este modo, los nutrientes son minerales esenciales debido a 3 motivos:
- Porque de existir deficiencia de alguno de ellos, las plantas no podrán completar su ciclo vital.
- La función que realice un elemento no podrá ser desempeñada por otro mineral de reemplazo o sustitución.
- El componente deberá estar directamente implicado en el metabolismo o deberá ser requerido en una fase metabólica precisa, tal como una reacción enzimática.
Las deficiencias minerales se manifiestan con síntomas específicos, con lo cual es posible determinar la necesidad de aportar dicho faltante mediante fertilización, ya sea al suelo (fertilización edáfica) o a las hojas (fertilización foliar). Dichas deficiencias se verifican con los resultados de los análisis de suelo y depende, entre otros factores, de las interacciones que ocurran en él.
Los nutrientes esenciales para los vegetales son: C, O, H, N, P, K, Ca, Mg, S, Fe, B, Zn, Cu, Mo, Mn, Cl y Ni; se clasifican en MACRONUTRIENTES y MICRONUTRIENTES, dependiendo de la cantidad en que se encuentran dentro del peso seco vegetal y de su participación en las funciones y tejidos de la planta.
En nuestra próxima entrega hablaremos de la clasificación en Macronutrientes y Micronutrientes.