Aphis gossypii, Myzus persicae, Myzus nicotianae, Macrosiphum euphorbiae, Aulacorthum solani, son pequeños insectos que succionan la savia de la planta y que poseen una gran capacidad reproductora. Durante el verano y la primavera la población de pulgones se compone de hembras vivíparas y su reproducción es exclusivamente asexual. Esto significa que la descendencia es un clon de su madre y nacen en vez de eclosionar de huevos.
El desarrollo de nuevas crías comienza justo después de que nazca el pulgón. Una hembra de pulgón puede producir hasta 100 descendientes. Como consecuencia de sus características reproductivas, una población de pulgón puede crecer muy rápido alcanzando densidades de población alarmantes.
SINTOMAS Y DAÑOS
Extraen nutrientes de la planta lo que reduce el crecimiento de la misma causando la deformación de las hojas o incluso su marchitamiento. El exceso de azúcar que absorben es secretado en forma de melaza, haciendo las hojas y los frutos pegajosos. La negrilla o fumagina que crece sobre la melaza afecta la fotosíntesis. Las plantas y los frutos sucios y pegajosos no son comercializables. Pueden transmitir sustancias tóxicas a la planta a través de su saliva causando la deformación de la zona apical de las plantas infectadas, además son transmisores de virus como el del mosaico del pepino (CMV).
Próxima entrega: Polilla o palomita de coles.
Referencia de foto: La imagen que se encuentra en esta noticia es meramente ilustrativa. Fuente: https://www.syngenta.es/